Es el cerramiento externo del edificio que, por si mismo o conjuntamente con la piel interior, aporta todas las funciones exigibles a una envolvente exterior en cuanto a estabilidad, seguridad, estanqueidad, aislamiento y control solar. Consta de elementos estructurales fabricados normalmente en metal, madera o PVC-U, conectados entre si y anclados a la estructura portante del edificio, que no contribuyen habitualmente a soportar las cargas características de la misma, aunque pueden hacerlo. Se complementa con elementos de relleno o recubrimiento a base de acristalamientos, paneles o placas que ocupan la trama resultante para mejorar sus prestaciones.


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